CULPABLES POR “TRAICIÓN AL PUEBLO”

El jueves 29 de abril la Asociación Madres de Plaza de Mayo realizó un juicio ético y político a los periodistas cómplices con la dictadura. Fue en Plaza de Mayo en la víspera de sus 33 años de lucha.



martes, 26 de octubre de 2010

CLARÍN

El 1º de diciembre de 1977, Clarín publica una lamentable nota, cuyo título es "La ardua recuperación", en la que los periodístas "dialogan" con desaparecidos de la ESMA, en una operación de prensa montada por las Fuerzas Armadas, con complicidad periodística, para mostrar las nobles condiciones en que estaban detenidos.

VIDELA PREMIA A VAN DER KOOY

El dictador Videla recibe a 14 jóvenes "sobresalientes" (¿?), entre los cuales asiste el periodista Eduardo van der Kooy, ya desde ese entonces integrante de la sección Política del diario Clarín. Videla almuerza con ellos y los reconoce por su labor. ¿Periodismo independiente?

lunes, 19 de julio de 2010

ALGUNAS TAPAS


jueves, 24 de junio de 2010

¿QUIÉN ES QUIÉN?

Algunos paradigmas de periodistas y dueños de medios cómplices con la dictadura









PORTADAS DE DIARIOS Y REVISTAS


martes, 18 de mayo de 2010

CULPABLES DE HABER SILENCIADO EL HORROR.

Presidenta del Tribunal: Hebe de Bonafini
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“Hemos hecho un juicio ético y político irrefutable. Están las pruebas al alcance de todos. Los valientes compañeros que se animaron a venir y a denunciar nos dan las pautas de que las Madres tenemos razón.



Desde este lugar, desde esta Plaza que nos dio el nombre, donde habitan permanentemente nuestros hijos, donde nos esperan cada jueves cuando llegamos, donde están sobrevolando seguramente aquí y han inspirado al jurado y a los compañeros que vinieron a denunciar, estoy convencida que en un tiempo no muy lejano los periodistas habrá también un juicio donde los periodistas pidan perdón. Perdón por tanta ignominia, perdón por tanta basura, perdón por haber avalado la tortura. Perdón, eso es lo que haría falta que hagan algunos, aunque no alcanza, pero sería muy bueno que se reunieran algunos periodistas.


Reivindicamos a todos los periodistas que desaparecieron por alzar su voz, por darle valor a la palabra periodistas, reivindicamos a todos los trabajadores de prensa despedidos hoy en muchos medios de comunicación. Estamos aquí compañeros trabajadores de prensa, las Madres, para acompañarlos. Sabemos, estamos convenidas que esta Plaza es la plaza del pueblo donde el pueblo reclama y exige. Falta tan poquito para el Bicentenario donde el pueblo gritó ‘queremos saber de qué se trata’. Hoy, aquí queríamos saber de qué trabajaba y lo hemos conseguido.


Lo decimos las Madres, ustedes, lo dicen nuestros hijos: culpables, culpables de haber traicionado al pueblo, de haber permitido que se mate y se torture, culpables de haber silenciado el horror. Gracias a todos los que vinieron, gracias a todos los periodistas que sintieron que este juicio era serio. Vamos a seguir compañeros, el próximo es el juicio a los jueces”.


ALEGATO DE LA FISCALÍA

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Esta fiscalía pretende subrayar que este juicio ético y político no está dirigido a la totalidad de los periodistas que actuaron en la dictadura, en cuanto trabajadores de prensa, sino que como se ha evidenciado a lo largo de la declaración de los testigos, procura juzgar a las empresas periodísticas, a sus propietarios y a aquellos periodistas que ocupaban cargos con poder de decisión dentro de esos medios; es decir, no los trabajadores de prensa que sufrieron la dictadura, sino a quienes la convalidaron con sus palabras, sus opiniones, sus acciones.

Es indiscutible que no hay dictaduras posibles sin complicidad mediática. Es esa cuestión nodal lo que esta fiscalía, con el valioso y valiente testimonio de cada uno de los testigos, pretende juzgar. El asunto más delicado que aquí se nos plantea es el que refiere a la responsabilidad que hizo posible que se secuestrara, torturara, matara y desapareciera a miles de personas en el más tenebroso de los silencios periodísticos. Peor aún, muchos sostenían por entonces que en Argentina había libertad de prensa.

Como periodistas nos avergüenza la conducta y los delitos cometidos por varios que, muy a nuestro pesar, debemos denominar como colegas; hechos que esta tarde han quedado expuestos sin posibilidad de refutación alguna.

Así como el filósofo judío alemán Theodor Adorno sostenía que después de Auschwitz no se puede escribir poesía, señoras y señores jueces, nosotros nos preguntamos si era posible hacer periodismo durante la dictadura genocida argentina. Si algo debemos ser los periodistas es profesionales de la verdad. Y en aquellos años se quebró la correspondencia entre las palabras y los hechos. Se llamó “centros de recuperación” a las mazmorras de tortura y muerte. Se habló de “niños y niñas abandonados” cuando se trataba de hijas e hijos de militantes que fueron arrancados de sus hogares y separados de sus familias. Se dijo guerra cuando se asesinó a 30.000 personas, se forzó al exilio a un millón y se encarceló en las peores condicione a 10.000. La magnitud del accionar represivo no podía escapar a quienes tienen por oficio informar, investigar y contar la realidad. Prueba de ello es que la prensa extranjera divulgaba las denuncias de las desapariciones en nuestro país.

Pero hay otro compromiso que tenemos, antes que como periodistas, como seres humanos. Y ese compromiso es con la vida. Ninguna persona con un mínimo de sensibilidad social puede permanecer indiferente ante los horrores cometidos por la dictadura. Si esa persona es a su vez periodista tiene la obligación moral de, como mínimo, negarse a tergiversar los datos y a silenciar los crímenes. No apelamos a actos heroicos, simplemente a gestos de entereza. En tiempos en que reina el terror uno no hace lo que quiere. Pero tampoco hace lo que no quiere.
El silencio y/o la justificación de crímenes aberrantes y la imperturbabilidad frente a un dolor concreto, humano, verdadero: la desaparición de personas, el robo de niños, el arrojo de personas vivas al río, el pulular angustiante y desesperado de miles de madres de desaparecidos por redacciones, con carpetitas hechas de forma casera bajo los brazos,pidiendo una, dos, y cien veces una solidaridad que tuvo como respuesta sistemática la indiferencia o la difamación.

En otras palabras: el genocidio también fue posible porque los desaparecidos fueron desaparecidos de los diarios, de las radios y de los programas de televisión.
Es ahí donde el rol de los medios y de muchos periodistas adquiere una dimensión tremenda, criminal, atroz. Es inmoral cobijarse en la aparente neutralidad de las noticias cuando detrás de ella hubo un propósito contundentemente claro: sustentar ideológicamente el plan de exterminio. ¿Qué es ser periodista si no contar lo que pasa?

Esta fiscalía quiere expresar que no está hablando de hechos clausurados en el pasado. Se refiere a empresas que han consolidado su posición dominante en el mercado a partir de negociar bajo tortura a sus propietarios la fábrica de papel de diario que debiera proveer a todos los periódicos del país. Eso, por citar sólo un ejemplo. Nos referimos también a periodistas que siguen presentes en los medios de comunicación.

Nada más actual, entonces, que poner en evidencia cómo esos mismos medios y esas mismas personas son las que aún hoy continúan perpetuando estas prácticas, con el añadido que el origen de la actual dictadura del discurso hegemónico ha sido la dictadura genocida
Por otra parte queremos señalar que este juicio ético es uno entre los tantos juicios éticos que diariamente se hacen desde los medios de comunicación. El periodismo no está ni por encima ni por fuera de la sociedad. Y el desempeño de los periodistas es materia tan opinable como el de cualquier otro profesional.

Por último, a todas y todos los presentes, les decimos junto a Rodolfo Walsh:
"Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance. Mande copia a sus amigos; nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El Terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad".


Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad.


Luis Zarranz (Periodista)
Lucía García (Lic. en Comunicación Social)

PEDIDO DE CONDENA

Palabras del Dr. Sergio Gandolfo
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El fiscal Sergio Gandolfo elevó el pedido de condena “contra la prensa cómplice con la dictadura militar representada en las empresas Clarín, propiedad de Ernestina Herrera de Noble y Héctor Magnetto, La Nación, propiedad de las familias Mitre, Noble Mitre de Saguier y Saguier; Editorial Atlántida, propiedad de la familia Vigil; Editorial Perfil, propiedad de la familia Fontevecchia; La Nueva Provincia (Bahía Blanca), propiedad de la familia Massot. Asimismo a los periodistas que hablaron a favor y fueron complacientes con la jerarquía del terrorismo de estado en la Argentina por atentar contra la verdad y la valentía periodística. Entre ellos: Mariano Grondona, Claudio Escribano, Joaquín Morales Solá, Magdalena Ruiz Guiñazú, Samuel Gelblung, Vicente Massot y Máximo Gainza Castro, y no excluyendo de la acusación a todos los demás periodistas y medios que han participado en el encubrimiento del terrorismo de estado. Solicitamos que al momento de dictar sentencia se los condene como traidores al pueblo de la Nación Argentina”.


Tras la acusación, el Secretario del Juzgado, Pedro Lanteri convocó a los imputados a que ejercieran su derecho a defensa. Ninguno se presentó. El jurado –compuesto por las Madres y el público presente- levantó las manos para condenar por unanimidad a todos los imputados.

MAGDALENA RUIZ GUIÑAZÚ: “LA VISIÓN DISTORSIONADA DE NUESTRA REALIDAD”

Desgrabación de la intervención de Magdalena Ruiz Guiñazú en la conferencia de prensa de Jorge Rafael Videla, en Washington, el 6 de septiembre de 1977.


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M.R.G.: “Ahora justamente usted mencionaba hace un ratito la forma distorsionada que en el exterior se presenta nuestra realidad. Ayer cuando lo veíamos sentado al Presidente Carter entre dos argentinos, pensábamos la importancia de tener una ubicación un poco en la cocina del mundo políticamente. ¿Usted tiene planeado, Señor Presidente, en un futuro más o menos próximo, viajar –es decir- así en carne propia estar presente donde el mundo necesita que nosotros estemos presentes?”


J.R.V.: “Usted sabe señora que yo lo he proclamado porque lo siento profundamente que el diálogo es el camino idóneo para el entendimiento entre los hombres y consecuentemente entre los pueblos. Donde la Argentina pueda estar presente a través de una presencia física real de quien la pueda representar, en este caso, yo creo que la represento, siempre contará con mi mejor disposición en tanto el tiempo me lo permita. La circunstancia de ayer a la que usted hizo referencia, era una circunstancia formal. El Presidente Carter flanqueado por dos argentinos, uno el Secretario de la Organización de Estados Americanos, y otro, el Presidente de Argentina por una razón de orden alfabético. Pero eso que fue una circunstancia formal, yo de todo corazón, deseo que sea el símbolo de lo que aspiramos: a un entendimiento mutuo, de mutuo respeto, de recíproco respeto entre nuestros dos pueblos porque sería el signo de una América por lo menos en sus extremos geográficos unida y solidaria.”

SI LA PRENSA HUBIESE ASUMIDO OTRO ROL, MILES DE COMPAÑEROS ESTARÍAN CON NOSOTROS

Extracto del testimonio de Pablo Llonto

(Periodista y abogado, autor de “La noble Ernestina)
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“A las 36 horas del Golpe Clarín publica en la tapa un recuadro titulado ‘el gobierno y los diarios’, que dice que la rígida censura de prensa impuesta el 24 de marzo duró sólo 36 horas. Sólo 36 horas”, ironizó.

“Aquí se ve a Joaquín Morales Solá en un agasajo a los periodistas, en la asunción del militar y gobernador de facto de la provincia de Tucumán, el ex general Bussi”, expuso.


“Esta es la partida de nacimiento que se les hizo a los chicos que según la historia oficial de Ernestina Herrera de Noble se trató de una nena dejada en un cajoncito en la puerta de su casa y de un bebé dejado en un juzgado de San Isidro” y resaltó que la fecha de nacimiento que figura es, sugestivamente, el 23 de marzo.

“En el libro ‘La noble Ernestina’ de las páginas 154 a 156 está relatado como se extorsionó, amenazó y luego se detuvo y se sometió a torturas a la familia Graiver, propietaria del paquete accionario de lo que era Papel Prensa, bajo la acusación de financiar a la subversión, para quedarse con sus empresas” dijo.

Luego recordó que el juez federal Daniel Rafecas lleva adelante la investigación sobre la nota publicada por Clarín a detenidos dentro de un centro clandestino. “El jefe de la sección política era Morales Solá”. “También se encuentra en la justicia el caso de la nota de Telma Jara de Cabezas”, agregó.

“Aporto la desgrabación del reportaje colectivo de 16 mujeres periodistas, en agosto de 1980, al ministro del interior Albano Harguindeguy, quien está vivo, y ha reconocido que él tenía la lista de los desaparecidos. Magdalena le dice, cuando otra periodista le está cuestionando la censura, ‘No queremos que usted crea, señor ministro, que éstas son acusaciones en contra suyo. Son simplemente comentarios que le hacemos para que sepa qué es lo que se dice’”.

NINGÚN PERIODISTA PUEDE DECIR QUE NO SABÍA

Extracto del testimonio de Carlos Rodríguez
(Periodista de Página/12 y docente de la UPMPM y TEA)
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“Voy a leer una nota de felicitación del dictador Videla a la revista Gente, del 7 de agosto de 1980. ‘La eficiente tarea desarrollada por la revista en su noble misión de informar y contribuir a la formación de la opinión de la ciudadanía, cumplida en un estilo tan interesante y objetivo le ha otorgado el lugar relevante en la actualidad argentina (…) hago propicia la oportunidad para augurarles mis calurosas felicitaciones por la fecunda labor realizada”.


Rodríguez, muñido de abundante prueba documental, conservada en sus versiones originales, fue contundente y preciso al referirse a la cobertura de la guerra de Malvinas.


Y luego leyó: “’Es menester que quien informa goce de entera libertad. Lo esencial es formar opinión con valor y coraje para decir todo lo que haya que decir sin callar nada y sin faltar a la verdad pero a veces es indispensable callar y mantener un prudente silencio cuando está en juego el bienestar común’. La frase, un epitafio para la mentada la libertad de prensa que pregonan los grandes medios nacionales, fue pronunciada por el entonces presidente de facto, Videla, al inaugurar la planta de Papel Prensa, en San Pedro. Fue 26 el septiembre de 1978 y es importante decir quiénes estaban presentes: la señora Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto, Bartolomé Luis Mitre y Patricio Peralta Ramos. Nada menos que Clarín, La Nación y La Razón. Ellos aplaudieron ese discurso de Videla”.


“La agencia ANCLA, que conducía desde la clandestinidad Rodolfo Walsh, distribuía en todos los medios sus partes sobre lo que estaba ocurriendo. Ningún periodista de la Argentina puede decir que no sabía qué estaba pasando”, dijo mostrando los originales.

UN SISTEMA PERVERSO

Extracto del testimonio de Néstor Busso
(Presidente del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual y del Foro Argentino de Radios Comunitarias)
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“Quiero mostrar cómo no solamente hubo personas y empresas cómplices con la dictadura sino que se montó un sistema perverso. En la revista Somos de octubre de 76 aparece un artículo en el que el dictador Videla dice, desde Tucumán, ‘Hacía un nuevo país’. Ese modelo de país necesitaba un modelo comunicacional y lo impusieron con un bando militar que se conoce como la ley de radiodifusión.

Los cómplices de ese modelo presentaban la información sobre lo que ellos llamaban 'la nueva ley de radiodifusión sancionada ayer'. Con fecha del 16 de septiembre de 1980 el diario Clarín titula: 'privatizarán 66 medios de radio y TV'. Ese día La Nación publica: 'Sancionase la ley de radiodifusión'.

No hay ningún cuestionamiento u objeción a esta forma de sancionar y promulgar una ley. Es muy llamativo si lo comparamos con la forma en que fue publicada la noticia de la ley surgida de la democracia, hasta ahora cuestionada.

La mayoría de los grupos empresarios se prestaron al sistema impuesto por la dictadura. Ninguno hablaba de violación a la libertad de expresión”.